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👼

11.12.17

3º ESO: T.3.2:LOS SACRAMENTOS DE CURACIÓN, PÁG.37, 1 Y 2.


Dios interviene en la historia para curar y perdonar los pecados. Jesús, la mayor revelación de Dios en la historia, cura y perdona e instituye y encarga celebrar los sacramentos del Perdón y la Unción (Jn 20, 22-23 y Mc 16, 17-18).
Por ello, al Perdón y la Unción se les llama sacramentos de curación porque aportan ayudas físicas, psicológicas y religiosas, y curan las consecuencias del pecado para lograr la salvación.
2.1 El sacramento del Perdón
La Penitencia es el sacramento del perdón de Dios. El bautizado que se confiesa recibe, por la misericordia de Dios, el perdón de los pecados cometidos después del Bautismo. Así, el cristiano se reconcilia con Dios, con la Iglesia, con los demás y consigo mismo. Y recupera la gracia de Dios y amistad con Él, la paz interior y la tranquilidad de conciencia. Los ministros o responsables de administrar este sacramento son los obispos y sacerdotes.
La liturgia del Perdón está formada por cuatro acciones, tres realizadas por el penitente y una, la absolución, por el sacerdote:
1º Arrepentirse por medio de un examen de conciencia. El penitente debe reconocer los pecados cometidos ante Dios y ante él mismo, sentir dolor de los pecados (experimentar el arrepentimiento de haber pecado), y propósito de la enmienda (decidir rechazar el pecado y comenzar una vida nueva con la ayuda del Espíritu Santo).
2º Confesar los pecados al sacerdote para recibir el perdón de Dios.
3º Recibir la absolución. El sacerdote pronuncia la fórmula sacramental: «Yo te absuelvo de tus pecados», y a la vez, impone la mano sobre la cabeza del penitente y traza la señal de la cruz sobre él. Este gesto expresa el perdón de Dios y el momento culminante del sacramento.
4º Aceptar cumplir la penitencia. El cristiano, ya perdonado, acepta y se compromete a realizar la penitencia o buena obra que, el sacerdote le propone, como señal de su buena voluntad, de convertirse a Dios y de remediar el mal causado.
2.2 El sacramento de la Unción de los enfermos
La Unción es la celebración del encuentro sacramental con Cristo médico y Salvador, que cura, alivia y libera del mal al que sufre. Se administra a los enfermos graves y a los moribundos cristianos. Aporta la gracia de Dios y la paz de ánimo para superar las dificultades de la enfermedad o la vejez; el perdón de los pecados, si no se ha podido
confesar los pecados; y prepara el paso a la vida eterna. Estos beneficios son dones o regalos del Espíritu Santo.
La Unción se debe celebrar de forma litúrgica y comunitaria. Si es posible, la Unción debe ir precedida del sacramento de la Penitencia y seguida de la celebración de la Eucaristía. Solo los obispos y sacerdotes pueden administrar este sacramento. Los familiares, deben animar a los enfermos católicos a recibirla.
La liturgia de la Unción comprende cuatro momentos principales:
1º Ritos iniciales. El sacerdote realiza una aspersión de agua bendita en el enfermo y en la habitación, a la vez que pronuncia una fórmula ritual.
2º Lectura de la Palabra de Dios. Especialmente, la de Mateo 8, 5-10.
3º Ritos de la Unción. El sacerdote realiza la unción con óleo bendecido, en la frente y en las manos del enfermo y pronuncia las siguientes palabras rituales: «Por esta santa unción, y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad». Esta unción es lo más importante de este sacramento.
4º Ritos de conclusión. Se reza el Padrenuestro y el sacerdote realiza la bendición. Y así, termina la liturgia de la Unción.

Jesús, el Perdón y la Unción
El Nuevo Testamento presenta a Jesús de Nazaret perdonando los pecados (Lc 23, 33-34) y como médico de los enfermos, a los que curó, tocándoles con sus manos y ungiéndoles con su saliva (Lc 5, 17-26). Y como después de su resurrección, sus apóstoles realizan
la misión que les encargó de imponer las manos a los enfermos para curarles (Mc 16, 18) y perdonar los pecados (Jn 20, 22-23).
Los sacramentos del Perdón y la Unción se basan en estos gestos y misiones, que Jesucristo encargó, y en sus enseñanzas sobre el perdón, por ejemplo, en la parábola
del perdón (Mt 18, 21-35).

1 En pareja, realizad las siguientes actividades:
a) Completad en vuestro cuaderno el siguiente texto: Dios interviene en la historia para… Jesús, la mayor revelación de Dios en la historia, cura y … e instituye y encarga…
b) Escribid una definición sobre el sacramento y liturgia del Perdón y otra sobre la Unción y su liturgia.
c) Extraer alguna conclusión o idea principal de esta página.

2 Imagínate que eres cristiano y practicas el perdón, ¿qué le dirías a una persona que actúe así: «No perdonaré ni volveré a hablar con mi amigo porque ha contado un secreto mío que le confié. Además, desde ahora no voy a fiarme de nadie».



• Para trabajar en qué se parecen y en qué se diferencian el contenido
de la canción de Amaral, «Perdóname», del perdón que se recibe en el
sacramento de la Confesión:


Letra de la canción Perdóname de Amaral:
http://www.musica.com/letras.asp?letra=1312660

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