Experiencias humanas
y cristianas
La vida en la Tierra está en peligro de extinción por el hambre, las
bombas atómicas, la contaminación, la destrucción de los bosques y
animales… Para conservarla, cada religión, grupo y persona (creyente
y no creyente) debe comportarse de forma moral y ecológica.
Los católicos se comprometen en la conservación del medio ambiente
por su responsabilidad como buenos ciudadanos y por su fe en
Dios: «El mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es
vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios» (1 Cor 3, 22-23).
El siguiente santo es un ejemplo del amor y del comportamiento
moral, que el cristiano debe tener con toda las personas, animales,
plantas, etc.
1.1 San Francisco de Asís, patrón de los
ecologistas
San Francisco nació en 1181 en Asís (Italia).
Su familia era muy rica.
De joven, pasaba los días cazando, divirtiéndose y conquistando a
las mujeres. No le interesaba la naturaleza ni los demás. Solo pasarlo
bien.
Para vivir nuevas aventuras marchó a la guerra contra Perugia (ciudad
italiana). Allí fue apresado y pasó un año en la cárcel. Estuvo
gravemente enfermo. Vio morir a muchos compañeros. Se sintió muy
solo. Y padeció hambre y miseria.
Estas experiencias le sirvieron para
cambiar y escuchar la voz de Dios en su interior.
Al regresar a Asís, comenzó una nueva vida: admiraba la belleza de
la naturaleza, gastaba su dinero en ayudar a los leprosos, trabajaba
restaurando iglesias en ruinas…
Muchas personas se sorprendieron
ante este cambio, especialmente santa Clara de Asís, una joven de
Asís que le conocía desde pequeño.
Su padre pensó que se había vuelto loco. Trató de convencerlo para
que volviera a su vida anterior de lujos. Le prohibió dar dinero a los
pobres. Lo amenazó con desheredarlo. Le pegó y le encerró con cadenas.
Pero san Francisco no le hizo caso. Un día, su madre le quitó
las cadenas y le dejo libre. A continuación, fue a la plaza de la ciudad
y delante de mucha gente, del obispo y su padre, se desnudó completamente.
Así dio a conocer su decisión de vivir pobremente como
Jesús y de amar a todas las obras de la creación de Dios.
Desde entonces, vistió pobremente y predicó su mensaje de amor
por la naturaleza y por los más necesitados. Vivió apartado en los
bosques, cuidando a los leprosos y marginados. Curó milagrosamente
a varios leprosos y ciegos.
Amaba a Dios amando a toda su creación.
Hablaba con los animales, con el Sol, con la Luna... y les llamaba
hermanos. Una navidad, montó en una cueva el primer Belén viviente.
Santa Clara comenzó a ayudarle. Y los dos realizaban estas tareas por
el amor que tenían a Cristo, a la naturaleza y a los pobres.
Una vez, san Francisco encontró una cigarra, la cogió en su mano y
se puso a cantar con ella. Durante una semana la cigarra fue a buscarlo
y juntos se ponían a cantar. Otra vez, cuando iba a hablar a una multitud, muchas golondrinas que hacían sus nidos en aquel lugar, no
paraban de volar y provocaban un gran ruido. Entonces, les pidió que
se callaran y escucharan también su predicación sobre Dios. Y ellas
dejaron de volar y se quedaron en silencio hasta que él terminó su
predicación.
Fundó la Orden Religiosa de los Franciscanos y, ayudado por santa
Clara de Asís, la Orden de las Damas Pobres (las clarisas, segunda
orden franciscana). Le aparecieron marcas en su cuerpo parecidas a
las producidas en el cuerpo de Jesús por la crucifixión. Apenas comía
y cada vez rezaba y cantaba más. Murió cantando en el año 1226. En
1228 fue nombrado santo.
Y en 1980, San Juan Pablo II, lo nombró patrón
de los ecologistas. Actualmente, es reconocido como el primer
ecologista de la humanidad.
La ecología cristiana
Ecologista es la persona, grupo
y comportamiento que cuida y
defiende el medio ambiente. Los
cristianos deben practicar una
ecología integral que incluya la
ecología ambiental y humana.
La ecología ambiental se refiere
al respeto y cuidado de la naturaleza,
y la ecología humana al
respeto y cuidado que se debe
tener con toda persona humana,
especialmente con los más indefensos
y abandonados.
«Además de la ecología de la
naturaleza hay una ecología que
podemos llamar humana, y que
a su vez requiere una “ecología
social”. Esto comporta que
la humanidad, si tiene verdadero
interés por la paz, debe tener
siempre presente la interrelación
entre la ecología natural, es decir,
el respeto por la naturaleza, y la
ecología humana.
La experiencia
demuestra que toda actitud irrespetuosa
con el medio ambiente
conlleva daños a la convivencia
humana, y viceversa.» (Benedicto
XVI: La persona humana, corazón
de la paz. Jornada mundial
de la paz. 1 enero 2007, nº 8).
1 ¿Qué experiencias le hicieron cambiar a san
Francisco?
2 ¿Qué hizo por la naturaleza y por los más necesitados?
3 ¿Qué te sorprende más de su vida? ¿Por
qué?
4 Explicar. Imagínate que eres san Francisco
y vives en la sociedad actual: ¿Qué harías?
¿Qué propondrías a los adolescentes para que
cuiden más la naturaleza? ¡Desarrolla tu imaginación!
ACTIVIDADES TIC (Refuerzo y ampliación)
• Película de San Francisco de Asís Francisco (1989) en:
http://gloria.tv/media/pce5owzmiPJ
• Juego sobre salud y medio ambiente:
http://www.morethangreen.es/honoloko-el-juego-medioambiental-esp/
• Web oficial de los franciscanos:
http://www.fratefrancesco.org/