Los siguientes relatos se narran en el Antiguo Testamento, en el libro del
Génesis, cuya redacción final fue realizada en el siglo v a. C. Tratan sobre
la creación por Dios del mundo y los seres humanos.
3.1 Los relatos sobre la creación de Dios
■Primer relato (Gén 1, 1-31; 2, 22)
«Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra estaba informe y
vacía; la tiniebla cubría la superficie del abismo, mientras el espíritu
de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.
Dijo Dios: “Exista la luz”. Y la luz existió... (…) Llamó Dios a la luz “día”
y a la tiniebla “noche” (...) el día primero. Y dijo Dios: “Exista un firmamento
entre las aguas, que separe aguas de aguas”. E hizo Dios el
firmamento y separó las aguas (...). Llamó Dios al firmamento “cielo”
(...) el día segundo.
Dijo Dios: “Júntense las aguas de debajo de los cielos en un solo sitio,
y que aparezca lo seco”. Y así fue. Llamó Dios a lo seco “tierra”, y a la
masa de aguas llamó “mar”. Y vio Dios que era bueno. Dijo Dios: “Cúbrase
la tierra de verdor” (...). Y así fue. (…) Y vio Dios que era bueno
(...) el día tercero.
Dijo Dios: ”Existan lumbreras en el firmamento del cielo (...)”. (…) Y así
fue. (…) Y vio Dios que era bueno (...) el día cuarto. Dijo Dios: “Bullan
las aguas de seres vivientes (...)”. (…) Y vio Dios que era bueno (…).
Luego los bendijo (...) el día quinto.
Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza (...)”.
(…) Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó,
varón y mujer los creó. Dios los bendijo y les dijo Dios: “Sed fecundos
y multiplicaos (...)”. (…) Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy
bueno (...) el día sexto (...) y descansó el día séptimo de toda la obra
que había hecho».
■Segundo relato (Gén 2, 4-22)
«El día en que el Señor Dios hizo tierra y cielo, no había aún matorrales
en la tierra, ni brotaba hierba en el campo (...) pero un manantial
salía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo. Entonces el
Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz
aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo.
Luego, el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó
en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del
suelo toda clase de árboles (...), además, el árbol de la vida en mitad
del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal (...). Entonces
el Señor Dios modeló de la tierra todas las bestias del campo y todos
los pájaros del cielo, y se los presentó a Adán, para ver qué nombre
les ponía (...) pero no encontró ninguno como él, que le ayudase.
Entonces el Señor Dios hizo caer un letargo sobre Adán, que se durmió;
le sacó una costilla, y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios
formó, de la costilla que había sacado de Adán, una mujer y se la
presentó a Adán».
3.2 Quién es el protagonista
❚ Dios Creador.
Es el Dios de la Biblia, de Jesucristo y de la Iglesia. El
arco iris simboliza en la Biblia la alianza y amistad entre Dios y las
personas.
3.3 Para interpretar correctamente los relatos
Estos relatos son textos religiosos. No hay que interpretarlos literalmente,
ni como textos científicos. El primero está escrito como poesía religiosa
y el segundo como relato popular con metáforas. Fueron escritos
con la inspiración de Dios y con los conocimientos de aquella época.
3.4 Qué nos enseña para la vida diaria
Los dos relatos enseñan la fe en Dios como Creador del universo y del ser
humano, que da vida a todo y a todos. Y que toda vida, especialmente
la vida humana, es sagrada porque tiene su origen en Dios. Por ello, debemos
cuidar y conservar la vida en la Tierra, principalmente la humana.
1 Completa en tu cuaderno el cuadro
con los datos de los dos relatos:
Primer
relato ... ... Segundo
relato
¿Qué existía al principio? (…) (…)
¿Qué creó Dios primero? (…) (…)
¿Dónde puso Dios al
hombre? (…) (…)
¿Cuál es su origen? (…) (…)
2 ¿Qué te enseñan estos dos relatos?
3 ¿Qué enseña el Papa sobre la creación y la evolución?
«Cuando leemos en el Génesis el relato de la creación, creemos imaginar que Dios es un mago, que con una varita mágica ha hecho todas las cosas. Pero no es así. Él ha creado a los seres y les ha dejado desarrollarse según las leyes internas que dio a cada uno, para que alcanzasen su propio desarrollo. Dio la autonomía a los seres del universo al mismo tiempo que les aseguraba su continua presencia, dando el ser a toda realidad. (…) Dios no es un mago sino el Creador que da el ser a todas las cosas. (…) El Big-Bang, que hoy se sitúa en el origen del mundo, no contradice la intervención de un creador divino, al contrario, la requiere.
La evolución de la naturaleza no contrasta con la noción de creación, porque la evolución presupone la creación de los seres que evolucionan».
4 Responde a la siguiente opinión:
«Los relatos de la Biblia sobre la creación son
mentiras. Es imposible crear el universo en seis
días, y formar al hombre del polvo de la tierra, y
a la mujer de una costilla suya».
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