Los cristianos católicos practican la moral católica del medio ambiente
por su fe y amor a Dios, a los demás y a la creación.
2.1 Dios crea y nos regala su creación
La Biblia revela que Dios es Padre, Creador, Misericordioso y Providente.
La creación es obra de la Santísima Trinidad (Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo). Dios, por su gran amor y misericordia a la humanidad,
le regala su creación. Y por medio de su Providencia, la mantiene y
conduce hacia su perfección al final de los tiempos.
2.2 Qué es la moral católica del medio ambiente
La moral católica sobre el medio ambiente es una dimensión o capítulo
de la moral católica general. Se compone de valores y virtudes
cristianas, principios éticos y comportamientos morales y ecológicos,
que sirven para cuidar y conservar la vida en la Tierra. Y se basa en:
❚ Las enseñanzas de la Biblia y de Jesús, que revelan a Dios como el
origen y el creador del universo.
❚ La fe en Dios Padre y Creador, que se profesa en el Credo: «Creo en
un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible».
❚ El séptimo Mandamiento: «no robarás», que prohíbe tomar y retener
injustamente los bienes ajenos; y propone conservar toda la
creación para el bien común de la humanidad.
❚ Las enseñanzas oficiales de la Iglesia sobre el cuidado del medio
ambiente, que enseñan los concilios, el papa y los obispos.
2.3 Los principios ecológicos cristianos
Los criterios cristianos para relacionarse bien con la creación son:
❚ El cristiano debe valorar y cuidar la naturaleza, pero sin llegar a hacerlo
por encima de la vida humana: «Una correcta concepción del
medio ambiente, si por una parte no puede reducir utilitariamente
la naturaleza a un mero objeto de manipulación y explotación, por
otra parte, tampoco debe absolutizarla y colocarla, en dignidad, por
encima de la misma persona humana». (Pontificio Consejo «Justicia
y Paz»: Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 2004, nº 463).
❚ El cristiano debe practicar en su vida diaria una ecología integral,
que incluya comportamientos de respeto, cuidado y mejora de las
personas (ecología humana) y de la naturaleza (ecología ambiental).
2.4 Comportamientos ecológicos cristianos
Los comportamientos morales y cristianos sobre el medio ambiente, son aquellos que están de acuerdo con los valores, virtudes y principios éticos de la fe cristiana. Por ejemplo: colaborar con asociaciones de defensa de la vida humana, la naturaleza y los animales; participar como voluntario en campañas para plantar árboles; votar a partidos políticos que defiendan la vida humana y la conservación del medio ambiente; reciclar papel, plásticos, etc.
2.4 Comportamientos ecológicos cristianos
Los comportamientos morales y cristianos sobre el medio ambiente, son aquellos que están de acuerdo con los valores, virtudes y principios éticos de la fe cristiana. Por ejemplo: colaborar con asociaciones de defensa de la vida humana, la naturaleza y los animales; participar como voluntario en campañas para plantar árboles; votar a partidos políticos que defiendan la vida humana y la conservación del medio ambiente; reciclar papel, plásticos, etc.
❚ Por el contrario, los comportamientos inmorales y anticristianos son
los que destruyen de forma irreparable la naturaleza, la vida de las
personas, ponen en peligro la supervivencia en la Tierra y reparten
injustamente los recursos naturales.
Estos malos comportamientos son inmorales; y en diversos casos,
también son pecados, como atentar contra la vida humana, incendiar
bosques; contaminar mares y ríos; provocar la extinción de especies
animales, etc.
Debemos cuidar el planeta porque
es la morada que Dios ha dispuesto
para toda su creación de vida.
La fe y ciencia ante la creación.
La ciencia y la fe dan diferentes
explicaciones sobre el origen de
la creación. La fe, los mitos de la
antigüedad y los relatos bíblicos
lo explican de forma religiosa:
Dios es el origen y el porqué último
de todo lo que existe. Y, la
ciencia de forma científica: solo
se puede explicar el cómo y el
porqué de cada elemento concreto
de la creación, y no la verdad
completa de Dios o el universo.
Las explicaciones de la ciencia y
la fe sobre la creación son complementarias.
Y ello, porque son
dos realidades y dimensiones humanas
diferentes, que se relacionan
y complementan, pero conservando
cada una su autonomía:
«La ciencia y la fe no son extrañas,
sino que, por el contrario,
ambas se necesitan y se complementan
recíprocamente» (Papa
San Juan Pablo II: 30 de agosto
de 2001).
Científicos cristianos.
El científico del Bin Bang.
Georges
Lemaître (1894-1966) nació
en Bélgica. Fue un sacerdote católico
y uno de los científicos más
importantes del siglo XX, por ser
el inventor de la teoría del BigBang:
la gran explosión del átomo
primitivo que fue el comienzo
del universo. Para él, Dios es el
primer origen de todo, incluso de
ese primer átomo.
El científico de la evolución.
Charles Robert Darwin (1809-
1882) nació en Gran Bretaña. Fue
un gran cristiano y científico por
sus investigaciones sobre la evolución
de las especies. Estudió
ciencias y teología, y quiso ser
sacerdote. Para él, la evolución
tenía su origen en la creación de
Dios y en «las leyes impresas en
la materia por el Creador».
1 Forma una frase con cada grupo de palabras:
a) Biblia – Dios – Providente.
b) moral – católica – ambiente.
c) cristiano – vida – ecología integral.
d) comportamientos – cristianos – ambiente.
2 Elige la imagen de este libro que mejor resume
este tema. Presenta y explica a la clase tu
elección.
3 Contesta a la siguiente opinión con la información
de los márgenes: «La única explicación que
existe sobre el origen de la creación es la científica.
Además, la fe y la ciencia no se pueden
completar. Prueba de ello es que no hay científicos
cristianos».
4 Busca en internet un juego sobre ecología,
participa en él y comprueba los comportamientos
ecológicos que puedes realizar para
reducir los efectos del cambio climático
• http://www.cruzroja.es/juego_cambio_climatico/
3.
ResponderEliminara) Solo Dios basta.
b) Sentimientos de seguridad y amor hacia Dios.
c) Nos sentimos relajados.
d) Hemos aprendido que puedes disfrutar de Dios inluso sin ser creyente.