3º ESO: T.4:JESUCRISTO, VOCACIÓN Y ORDEN COMENZAMOS + REFLEXIONAMOS, P.45.

Jesucristo, centro de la vocación cristiana

La persona es un ser religioso que busca a Dios y necesita descubrir su vocación para ser feliz.
Dios responde a esta búsqueda y vocación humana manifestándose en la historia. La Biblia recoge esta historia de amor y comunicación de Dios a las personas. Y por medio de su Hijo, Jesucristo, Dios se revela de forma completa. Jesucristo, por su muerte y resurrección, está presente en la historia y en la Iglesia. Y las personas que se encuentran personalmente con Él, viven una experiencia de plenitud que les cambia la vida.
La Iglesia católica, con la ayuda de Jesucristo, promueve la vocación cristiana general y las vocaciones cristianas particulares, que se celebran y fortalecen en los siete sacramentos.
Por ejemplo, la vocación de sacerdote en el sacramento del Orden.

• ¿Qué experiencia vive la persona que se encuentran con Jesucristo? ¿En qué cambia su
vida?
• Observa la imagen: ¿Qué le dirías a Jesús si te encontrarás con Él y te dijera «Ven y sígueme»?

Reflexionamos
Para situarnos

❚ Vocaciones en la Iglesia católica. El Informe anual de 2014 de estadísticas de la Iglesia católica en el mundo ofrece los siguientes datos:

El número de católicos era de 1 228 621 000, quince millones más que el año anterior. Aumentan los sacerdotes, con un total de 414 313. El número de obispos en el mundo es de 5 133. Y 55 314, el de religiosos y religiosas.

(http://www.periodistadigital.com/religion/mundo/2014/10/24/)

❚ Ejemplo de vocación cristiana y deportiva. Katie Ledecky nació en Washington (Estados Unidos), el 17 de marzo de 1997. Empezó a nadar y entrenar a los seis años. A los quince años, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ganó una medalla de oro en los 800 metros libre, con el segundo tiempo más rápido de todos los tiempos. Fue la nadadora más joven en ganar el oro olímpico. Y en Barcelona, en el Campeonato Mundial de Natación de 2013, batió dos récords del mundo y ganó cuatro medallas de oro. Katie estudió en un colegio católico. Fue educada por las hermanas del Inmaculado Corazón de María, por ello, es devota de Santa Ana (la madre de la Virgen María) y de San Patricio, el santo del día de su nacimiento. Su hermano Michael y sus padres le han ayudado a descubrir su vocación cristiana y deportiva. Y su fe y vocación cristiana es el motor de su vida personal, deportiva y cristiana: «Siempre rezo un avemaría antes de cada carrera, y me gusta ir a misa todos los domingos. Es una gran oportunidad para reflexionar y para conectar con Dios. Mi fe ha sido una parte importante de mi vida desde que nací». (http://www.religionenlibertad.com/2013/8/13/)

Dialogamos
1 ¿Cuál crees que es tu vocación? ¿Qué puedes hacer para descubrirla o fortalecerla?

2 ¿Qué te llama más la atención del apartado de «Vocaciones en la Iglesia»? ¿Por qué?

3 ¿Qué opinas de Katie Ledecky? ¿Y de su vocación cristiana y deportiva?

4 ¿Qué es la vocación cristiana? ¿Y el sacramento del Orden sacerdotal?

• Vídeo «3MC - 3 Minute Catechism - 

46. ¿Qué es un sacerdote católico?»:
http://www.youtube.com/watch?v=5mUqOaF38UA

Experiencias humanas y cristianas

En la celebración de los sacramentos el cristiano se encuentra con Cristo resucitado. Este encuentro le ayuda a vivir en plenitud, a fortalecer

y practicar su vocación cristiana. Además, en los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y el Orden sacerdotal se recibe la fuerza del Espíritu Santo, que fortalece la fe y la vocación cristiana.

Los siguientes testimonios de tres curas muestran cómo practicaron su vocación cristiana como sacerdotes: con fe y sirviendo y entregando su vida por ayudar y salvar a los demás.

1.1 Los sacerdotes del Titanic

El Titanic, el transatlántico británico y el mayor barco del mundo de aquel tiempo, se hundió en la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912.

En la película Titanic (1997), del director James Cameron, cuando el barco comienza a hundirse por la proa, aparece un cura dando ánimo

a los supervivientes y rezando con ellos. Esta escena está basada en la realidad: en el barco iban tres sacerdotes católicos.

Los tres se comportaron como verdaderos sacerdotes y héroes. Ayudaron heroicamente a muchos pasajeros a subirse a los botes salvavidas.

Y en los momentos finales, acompañaron con los sacramentos y la oración a las víctimas del desastre, ofreciendo sus vidas para ayudar y para salvar a los demás.

El padre Juozas Montvila, sacerdote nacido en 1885 en Lituania, era el más joven de los tres presbíteros a bordo del transatlántico. Se dirigía a Estados Unidos para servir pastoralmente a las comunidades de inmigrantes lituanos de Nueva York y Massachusetts. Varios supervivientes confirmaron que rechazó la posibilidad de salvarse mientras ayudaba a otros pasajeros a alcanzar los botes salvavidas: «Cumplió su misión hasta el final». Actualmente, este presbítero es considerado un héroe en Lituania.

Por su parte, Joseph Peruschitz, sacerdote benedictino alemán, viajaba también a Estados Unidos. Durante el viaje, y a semejanza de los otros dos sacerdotes, el presbítero escuchó confesiones y celebró misa cada día.

Según el testimonio de un superviviente, en los últimos minutos de la tragedia, él y el padre Thomas Byles rezaron juntos el rosario con las víctimas que quedaban a bordo, cuando el agua empezaba a inundar la cubierta.

El sacerdote Thomas Byles, igualmente, viajaba hacia el país americano para presidir el matrimonio de su hermano William. En el momento de la colisión del Titanic contra el iceberg que ocasionó la catástrofe, estaba rezando.

Los testimonios de los supervivientes coinciden en destacar su gran fe y valentía. A las 2:20, la hora en que se hundió completamente el barco, rezó el «acto de contrición» con los fieles que permanecían de rodillas junto a él. Después, les dio la absolución general de los pecados.

Y minutos antes del hundimiento, la orquesta del Titanic, en medio de la desesperación, tocó con mucha emoción la canción «Cerca de ti, Señor»:
Cerca de ti, Señor, yo quiero estar; / tu grande eterno amor quiero gozar. / Llena mi pobre ser, limpia mi corazón; / hazme tu rostro ver en la aflicción. / Mi pobre corazón inquieto está, / por esta vida voy buscando paz. / Mas solo Tú, Señor, la paz me puedes dar, / cerca de ti, Señor, yo quiero estar.

(http://webcatolicodejavier.org/SacerdotesDelTitanic.html. Adaptación).

1 ¿Con quién se encuentra el cristiano en los sacramentos?¿A qué le ayuda?

2 ¿Qué hecho del relato te llama más la atención?¿Por qué?

3 ¿Qué te enseñan estos tres sacerdotes?

4 Dialoga sobre estas preguntas:

a) ¿A quién se admira más hoy? ¿Te gustaría parecerte a él y vivir como él? ¿Por qué?